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Mostrando entradas de diciembre, 2020

El tiempo en su pasión

Augura florecientes primaveras el tiempo en su pasión tan evidente, defiende su albedrío vehemente y afianza su placer en las esperas. Revuela entre caprichos las quimeras y deja en su periplo contundente el paso de la aurora confidente que entiende de esperanzas venideras. Y exorna lo real desde su anhelo el tiempo en su misión que multiplica y avanza en su bregar desde el desvelo. Bien sabe el hacedor que no claudica, que enciende su almenara sin recelo que sólo es el amor quien dignifica. Al viento comunica lo bello, lo especial desde lo egregio que iluso pronostica un sortilegio.

Y aún en la confianza

  En tanto se propaga la ternura en medio del dolor, la incertidumbre, las dudas que ocasionan pesadumbre no apagan esa fe que en sí perdura. Es tiempo de asistir en la mesura de ampliar el corazón de la costumbre, de ver la intensidad en su deslumbre amando sin cesar cada aventura. Ha sido duro el viaje en sus intentos de hallar la sanación en la esperanza y entonces abrazar fieles momentos. Grandiosa es la certeza de la alianza que encumbra sus leales pensamientos, creyendo en la verdad que tanto alcanza. Y aún en la confianza, se extiende el gran amor que sin fronteras: ¡augura florecientes primaveras!

En medio del cansancio

Que orla lo feraz cuando suspira el aria que emociona con su magia, pues suma a su dolor lo que le alcanza de aquello que perdiera en agonía. No obstante fue la intensa despedida la que proporcionó la desmesura, la impropia seducción inoportuna que quiso limitar el sacrificio de amar sin más razón, sin atavismos, dejando en su bregar notas desnudas.  Entonces vuelve en busca de la lira sabiendo que el sendero no se plagia, que es propio de la esencia la esperanza que anula a la infeliz melancolía. En tanto cuestionando la partida en medio del cansancio, la angostura, la osada sensación como ninguna sin eco penitente, ni artificio, impuso su verdad sin espejismos y así pudo aclarar miles de dudas.

Cuando suspira

Haciendo del remanso su fortuna el tiempo nos ofrece cada arpegio, confirma lo esencial, lo que es egregio y expone su verdad fiel y oportuna. Reemplaza a la malicia inoportuna, se crece en la bondad del florilegio que versa la ilusión de un sortilegio,  teniendo como cómplice a la Luna. Y entonces nos conduce la esperanza al claro porvenir que nos inspira,  sumándose al amor y a la confianza. Exorna el horizonte de la lira el fúlgido rocío en su añoranza, que orla lo feraz cuando suspira.

Y es que el amor convida

  Y es que el amor convida en su grandeza, regala las albricias, su ambrosía, lo intenso, lo adorable, las delicias y tantas otras cosas verdaderas. Revela su bondad en cada entrega y siente su pasión franca, sin dudas, bien sabe defender desde su altura lo bello que supera vanidades, que  ofrece el corazón en cada instante haciendo del remanso su fortuna.

El tiempo

¡El tiempo, ese que surte espacios vacíos el que marca historias y lechos sombríos! Aquel que es testigo y leal mensajero, quien también motiva, tan buen consejero, el que no claudica frente al embustero y alcanza su cima feraz y certero. El tiempo, el que invade sueños peregrinos, quien perseverando abraza los caminos. Aquel que se enfrenta valiente al hastío, el que siempre avanza confiado y severo: inspirando hazañas y encuentros genuinos. Cruzando los destinos: ¡Siempre competente, pleno en su confianza sigue en su avanzada lleno de esperanza!

Entre tantas pruebas

Entre sendas nuevas y oasis eternos buscaremos juntos tantas primaveras, el alba que inspira la fe verdadera y el célico instinto de alcanzar los sueños. Habrá amaneceres con perlas de anhelos alcorzando azarbes, caminos y huellas, pues sabe de empeños que su impronta deja cuando en el delirio los dos trascendemos. Es maravilloso proclamar lo intenso eso que acicala la ilusión bohemia, la misma que impetra su fiel vehemencia y en medio de azares acepta los retos. Y es que la esperanza regala senderos, revela pasiones entre tantas pruebas que venciendo miedos verdades presenta cuando en la angostura testifica el tiempo.

En las noches claras

  En las noches claras versarán los sueños serán tan hermosos plagados de historias, llenarán vacíos y estrellas curiosas surtirán senderos que abracen el cielo. Y es que llega el tiempo leal que atesora  tantas emociones cargadas de anhelos, de joyas del alma bendiciendo encuentros como confidentes que dejan su impronta. Y la Luna llena fiel su rostro asoma, esplende tranquila y aquilata intentos, mientras son testigos osados luceros de las clandestinas miradas que afloran. En las noches claras brillará el empeño, sus mejores galas lucirá con gloria, serán tan sublimes, siempre generosas entre sendas nuevas  y oasis eternos. 

Y vuelve Diciembre

Y vuelve Diciembre con trino de invierno en el norte frío que cambia su atuendo, por las perlas blancas de la osada nieve que llega entre galas y su gracia asperge. Y en el sur ya trina el verano ardiente que abrasa ternuras y su amor extiende, mientras la esperanza surte sus momentos y encuentra bondades entre mar y cielo. ¡Qué bellos pasajes descubren anhelos y la vida sólo transita su tiempo! Revelan misiones y tantos placeres mientras entre azares lo pleno florece. Y el bregar se inspira, pues Diciembre vuelve con sus manecillas marcando presentes, cada día encierra sus nobles requiebros y en las noches claras versarán los sueños.