Y dejo que acaricies

Abrazo los instantes que deliran,
aquellos que entre anhelos me suspiran.

Y dejo que acaricies mi angostura,
que vibres cuando goces mi aventura,
que bebas del elixir sin premura
y sientas el sabor de esta locura.

¡Sublime advenimiento entre tus labios
perdida entre tus besos tiernos, sabios!

Y entonces las caricias que conspiran
sus ansias con placer en la cordura,
se entregan plenamente sin agravios.

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