Torrente de caricias


 Las flechas del amor a manos llenas
seducen cual cinceles los sentidos,
atrapan los anhelos convencidos
que pueden hechizar hasta las penas.

Son tantas emociones tras escenas
y tantos los anhelos compartidos
en bellos florilegios consentidos
que vuelan entre frases siempre plenas.

Y llegan y arremeten con su encanto
nos dejan su torrente de caricias
y suelen embriagarnos con su canto.

Nos traen manantiales de delicias,
se apartan del desvelo, del quebranto
rompiendo la maldad de las codicias.

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