Bajo el cielo divino de esos ojos

Bajo el cielo divino de esos ojos
me sorprende en el cenit del deseo,
el aura de su luz yo coloreo
mirando desde el alma sus antojos.

Se rompen las cadenas, los cerrojos,
el alba ha de anunciarse cual trofeo,
en tanto la pasión en su apogeo
regala su ambrosía entre sonrojos.

Responde el universo cuando clamo
y entiende ese cantar cuando amanece
pues ya sabe lo supremo que le amo. 

No escondo el corazón que se enardece
y entonces de pasión ardo e inflamo
la hoguera del placer que me estremece.




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