Hoy lastima



No me aterra la blasfemia de lo impío   
ni la oscura falsedad de tu ropaje,
aunque duela la malicia del ultraje
la lección he de aprender cual desafío.

Te consume la bajeza en su vacío
más no temo a la ironía  del chantaje,
la verdad se ha de imponer sin maquillaje
cuando el tiempo te arrebate el atavío.

Cruel e ingrata la maldad que sin fronteras
arremete con el odio desmedido
y pretende enrarecer las primaveras.

Hoy lastima ese sarcasmo envilecido
más no puede encarcelar tantas quimeras,
pues sublime es el amor el elegido. 

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