Dejan sus huellas las peregrinas




Como perlas del alma, cae el rocío y un verso inspira,
como gotas aspergen tantas razones incuestionables,
cuales gemas ilusas dejan sus huellas las peregrinas
bordando filigranas de sentimientos y lealtades.
Al esparcir sus joyas la luna ofrece en las madrugadas
el indemne silencio desorbitado entre los azares,
cuales gemas ilusas dejan senderos las peregrinas
y estrechan horizontes tantas quimeras y soledades.
Esa humedad ilesa la que acicala sin más palabras
atesora el gemido que se trasnocha entre madrigales,
cuales gemas ilusas hacen historias las peregrinas
aferradas al tiempo que las seduce con sus detalles.


Esperada tormenta mientras la noche su verso inspira
y un preludio de anhelos a un sortilegio de cabalgares,
cuales gemas ilusas llegan al Cénit las peregrinas
en el crucial orgasmo de los desvelos inseparables.
Al salpicar idilios con sus revuelos y serenatas
 trascendiendo sin prisa tomando antojos como rituales,
cuales gemas ilusas besan intentos las peregrinas
y entrelazan caricias sin acertijos ni tempestades.
Cuando el relente impetra con vehemencia exento alcanza 
 el amor y la gracia que no cuestionan lo irrenunciable,
cuales gemas ilusas prenden destellos las peregrinas
y un frenesí bohemio deja suspiros inexorables.




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