Mi peregrina ilusa



Presume de su amor mi peregrina ilusa,
reintenta seducir la pluma que no cesa,
vislumbra un corazón gozoso en su sorpresa
que escuche el palpitar genuino de su musa.

No sueña en competir mi peregrina ilusa
tan solo el cautivar el alma con certeza,
inspira en la pasión que el cálamo confiesa
la intensa percepción de su osadía infusa.

Trasciende sin rencor mi peregrina ilusa
evoca en el perdón la luz de la nobleza,
no obstante al predicar su auténtica riqueza
se crece en el hacer virtuoso que no acusa.

No juzga la intención mi peregrina ilusa,
es sabia al comprender el sueño y la promesa,
 amaina la obsesión de la nostalgia presa
y entrega su verdad liberta sin excusa.

No entiende la maldad mi peregrina ilusa
ni esconde su sentir detrás de una remesa,
auténtica, leal,  traslúcida e ilesa
se expone sin dañar la magia de su musa.











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