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Mostrando entradas de noviembre, 2015

Gracias doy a tu Amor

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Gracias doy a tu Amor: verbo del alma, justicia en la bondad: fiel escudera, agradezco en el obrar la vehemencia y el gozo del hacer que no desmaya. Gracias Amor Supremo de la alianza, gracias doy al instinto, a mis desvelos al rostro tentador de aquel anhelo y al cenit del placer en la esperanza. Gracias al monte verde entre las zarzas, a la espina de la rosa seductora, al céfiro que sopla entre las sombras y al cielo que nos une en la distancia. Gracias al llanto efímero que pasa, confuso palpitar de la agonía, al sueño que eclosiona en melodías y al eco inspirador de la nostalgia. Gracias te doy mirifica añoranza  cincelada con pasión entre memorias, a lo fiel, a lo ingrato a tantas cosas que edifican virtudes y  plegarias. Gracias  doy a tu Amor: verbo del alma, a la fe del iluso peregrino, a lo ingenuo, a los detalles tan sencillos y al soplo de humildad en la palabra.

Trasciende la verdad

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Los versos de tu voz inquisidora laceran lo más tierno de mis letras, mas quiero responderte sin demoras aún en el vaivén de esta querella. Trasciende la verdad, no importa como es luz que no se extingue en la tragedia, en medio del quebranto y del enojo bien sabe convencer con vehemencia. El eco de la insípida inconsciencia, pretende lapidar desde el insomnio la auténtica ilusión con la soberbia y así enlutar la vida con el odio.  La voz del corazón no se amilana bien sabe del amor y del decoro, denuncia la mentira desde el alma y emprende desafíos prodigiosos.

En medio del cansancio

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Derrama el alma su caudal que alcorza el alba en la neblina que se entrega, naufragio del amor que desespera  sapiente del dolor y la zozobra.  Rocío en el placer que desahoga las gotas del espíritu que alienta, naufraga la esperanza entre promesas y escribe esa verdad que me aprisiona. Son perlas discerniendo en las memorias de ilusas perspectivas y creencias, en tanto el corazón late entre letras bordando filigranas en mis notas. Si en medio del cansancio tú me ignoras yo siento que tu ser no me silencia, ni ocupan un lugar en mis urgencias los versos de tu voz inquisidora.

Sin renunciar a la aurora

Sin renunciar a la aurora A vencer los espejismos sin renunciar a la aurora, en medio de la agonía rosicleres se acongojan, en amalgamas de escombros y en penosos laberintos marchan siniestras las sombras de terror y de alaridos, lapidando las heridas con su rabia destructora. Va el fanático con garras rapiñando la esperanza, es el odio la primicia que enmudece y que amenaza, es quien lacera la vida, quien impone el cruel castigo, quien de la luz siente fobia y ensombrece los caminos como el bárbaro que acosa sembrando la desconfianza. El dolor se multiplica, se condensa en el martirio y las almas van penando ante el crudo sacrificio, no es la holganza que se espera amotinada de anhelos es la muerte quien acecha con absurdo desenfreno, mientras la sangre alimenta el más sórdido delirio.

Siempre inquieto

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Tú: pequeñín que me animas sorprendiendo mis espacios con tu vuelo enamorado y el aletear que corteja. Tú mi avecilla traviesa que zumbas entre mis rosas siempre inquieto entre violetas, entre lilas y geranios  me regalas el remanso de disfrutar tu presencia. Hoy que mis ojos sonríen cuando entre versos me inspiro, tu llegada la percibo cual milagro que arrebola. No importa si el llanto aflora y el temporal nos agita, cada detalle motiva a pesar de los suspiros a vencer los espejismos sin renunciar a la aurora.

Anhelos de Noviembre

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Prendido está el aroma de anhelos de Noviembre condensa una algarada de sueños y quimeras, senderos alcanzables no importan las fronteras presumen la sublime obsesión de sus placeres. Prendida la fragancia de lirios y jazmines, de pétalos de rosas cayendo suavemente mecidas por el viento otoñal que de repente, regala un sortilegio de acordes increíbles.  Y en tanto hay entresijos que guardan tantas cosas, ilusos desatinos, acequias y desvelos, caminos desafiando inútiles modelos fluyendo en la algazara vital de la victoria.  Pudo impregnarse el gozo del alma en el silencio y al agitarse toda supo esculpir su esencia la táctica adorable de amar la confidencia cual genuino horizonte que enlaza nuestro cielo.                                                                                                                                                                                      La lluvia melodiosa, intensa y cristalina reclama el señorío por valles y riberas,