A ti Mujer: Fuerza y Virtud

Y grita tu verdad

Y agonizó la luz cuando el maltrato impera,
el llanto del amor inunda los arcenes
y en medio del dolor flagela la locura

mientras que en el edén las rosaledas mueren.

Y el idilio alcanzó silencios y tinieblas
y se asfixió el querer, el alba y las pasiones,
con tanta soledad fenece entre las dudas
la ilusa sensación de anhelos sin reproches.

El amparo está en ti, él fluye desde el alma
no permitas jamás que tu valor se escape,
ni que el miedo viral se adorne entre las rosas
y pretenda engañar cuando el amor reclama.

Y qué decir de aquel que oculta en su fachada
la más cruel realidad de impunidad y sangre?
No dejes que el azar censure entre las sombras
y grita tu verdad con alas de esperanzas!

En la cumbre hallarás un soplo de quimeras,
del insomnio verás nacer amaneceres,
no habrá infelicidad ni abusos ni torturas
y en la genuina paz auténtica te yergues.

Son musas

Son musas del torrente matutino
ilusas y otoñales de la aurora,
que invaden las nostalgias seductoras

dejando en mi ventana su albedrío.
Sorprenden el mirífico delirio
del húmedo remanso opalescente
e inspiran tantos sueños vehementes
infusas mensajeras del exilio.

Lacera estrepitoso en el abismo
el húmedo mensaje de unos ojos,
que escrutan el ocaso silencioso
en medio de horizontes confundidos.
Impone la añoranza cual castigo
el numen que transpira desde el alma,
en tanto se atropellan en cascadas
memorias de sublimes laberintos.

Son perlas del epígono acertijo
testigos del romántico que adora,
el tierno florilegio de las horas
versando en los oasis clandestinos.
Arrullo del requiebro peregrino
que incita la algazara confidente,
no importa si en desiertos o en vergeles
regala el pentagrama del lirismo.





 


Fuerza y amor

Fuerza y amor que no cesan
en el bregar que atesora,
alas de fe primorosas

sin claudicar en las penas.

Si en el dolor se laceran
la humildad y la esperanza,
con la virtud, sin venganzas
junto al hacer persevera.

Es la bondad que revuela
entre abismos y pasiones
regocija en sus crisoles
y cobija entre quimeras.

Fuerza y amor, luz de espera,
fragua de intentos genuinos
irradiando laberintos
milagrosos de entereza.

Entre rosas

Tan dulce cual panal que tejes entre rosas,
paciencia y humildad con alma de guerrera,
no cesa el batallar que augura primaveras

y esculpe su pasión vital cuando eclosiona.

Razones para amar contiendas milagrosas,
osado caminar bregando en su quimera,
testigo de un amor que brilla en las esperas
sin presionar jamás la fe que no traiciona.

Y en medio del hacer tus manos valerosas
esculpen la virtud preciada cual estrella,
labrando en su crisol el tiempo que avizora.

Insomne voluntad que acérrima destella
su fiel tenacidad leal y emprendedora,
tan dulce cual panal que tejes entre rosas.
 


 
 
Cree en tus fuerzas

Aquí estoy amiga mía, soy tu remanso.
Hoy vuelves a escudarte entre las rejas y sé que sufres en silencio atormentada en tus propios enojos. Pero hasta cuándo soportar y hasta dónde vas a llegar con tantas penas? Me cuentas que en las noches alimentas tu espíritu con la esperanza de un nuevo amanecer. Pero llega el alba y empiezan tus mañanas entre sonajas y trinares, mientra
s tanto la rutina es la fiel compañera que aquilata tus esperas. Y sientes tus promesas murmurar entre latidos, a veces acompañadas por el beso imaginado y otras tantas acelerando la cadencia de un suspiro sin fronteras.
Trastornas tus motivos sin más razones que el azote de un espejismo irreverente. Y te empeñas en mantener las apariencias, tristes rituales que empobrecen y te encierran en esas limitaciones que te saturan y laceran.

Tu vida ha de seguir sin dudas, sin pereza,
ha de imponerse el reto que inspira nuevas sendas,
llenando esos vacíos marcados por las huellas
de insanos laberintos forzando primaveras,
aún cuando un ocaso de hastío persevera.

Sacude la ignorancia banal de la flaqueza
inspira la algazara, el júbilo, la fuerza
el ánimo virtuoso que emerge de la ida
que libre no castiga, ni impone sus esquemas
y vibra en la esperanza vital de una quimera.

Ya ves que mis razones se escapan entre letras,
sin versos penitentes increpo tus respuestas,
no obstante en mi albedrío recurro a la paciencia
de ser la confidente leal de tus tormentas
aún cuando entre anhelos te ciñes las cadenas.

Aquí estoy amiga mía, soy tu remanso. Libera esas alas y vuela alto, no intentes sublimarte entre las rejas, no seas la víctima mortal de tus encierros.
Más allá de esos muros, alguien te espera.

Un abrazo desde el alma.

Cree en tus fuerzas!

 

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