Mientras danza


El viento canturrea amaneceres,
el aria surca infusa desde el alma,
afín es la oración acompasada
y el brillo opalescente en su algazara.
Irisa el tornasol de rosicleres
la fúlgida tonada de la brisa,
tallando un epigrama con la lira
versada intensamente mientras danza.

La luz cubre el espacio vehemente,
estrumpe en el milagro del desvelo,
libera con su adarga verso a verso
el loco frenesí de un juramento.
De seda va la musa irreverente
gozosa del blasón de su linaje,
va en busca del aroma de los mares
sedienta del carisma caribeño.






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