Lira inusitada.



Crepúsculo alocado
de mágicos azares y desvelos.
Insomnio consumado
de intrépidos anhelos,
ardientes en el délfico legado.

Yo sé del ser amado
que busca la cordura en el lucero
y abraza desnudado,
inquieto y lisonjero
el gozo del placer precipitado.

La luna ha susurrado
hermosa y destellante en su atavío,
celosa ha contemplado
destellos de rocío
y el cénit del orgasmo suspirado.

Tesoro acariciado
tan libre sin cadenas ni ataduras,
sublime e inspirado
travieso y sin censuras
cual tórrido apogeo inusitado.





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