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Mostrando entradas de junio, 2014

Recrea fantasías para el alma

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 Danzaba un colibrí pleno en su vuelo con alas y pinceles de esperanzas, inquieto cual bohemio y peregrino tan ágil y veloz en las mañanas, en tanto los cipreses florecidos inspiran mil tonadas entre anhelos. El claro despertar que nos conmueve y el eco inspirador de su algazara, comulgan complacientes y adorables con alas y pinceles de esperanzas, si alcanza el sortilegio inolvidable el aura del amor cuando amanece. Es tierno el rosicler que en la distancia descubre  lisonjero el acertijo,  atisba la presencia en la alborada inquieto cual bohemio y peregrino, de ilusas golondrinas desveladas  trinando primaveras sin falacias. Exhibe el esplendor de su plumaje y liba la ambrosía delicada, batiendo sus alitas con esmero tan ágil y veloz en las mañanas, el tierno zunzuncito que travieso alcorza la armonía en mis paisajes. Audaces entre ramas andarinas con gracia y acrobáticos saltillos, se ingenian alocadas las ardillas en tanto los cipreses florecidos, deslumbran l

Y aún en el pesar

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Vaivén de la esperanza entre las olas persuaden el capricho del silencio, entonan melodías ancestrales cual arpa en el convite que arrebola y aún en el pesar inevitable, es cómplice de azules sortilegios. Se siente la sinfónica llegada que inunda lo crucial en el desvelo, el alma se humedece en los instantes del bello rosicler en la algazara, que busca en el reflejo impostergable el grato amanecer lleno de anhelos. Y el mar se precipita con su encanto de estrellas, de corales y amuletos, del tórrido pregón de los azares y el álveo vislumbrar en lo lejano del Sol que en la alborada inexorable: anuncia el despertar del universo.

Crecer

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    El tiempo de crecer no es un enigma, si en busca del amor se hace caminos y enfrentan los azares peregrinos la plena inspiración libre de estigma.   No es mágico el crecer cuando es genuina la auténtica razón del albedrío, que sabe del constante desafío y el reto que supera la rutina.   Bregar de la pasión que fugitiva pretende enriquecer sus primaveras, sembrando en cada brecha las quimeras que anhelan trascender la perspectiva.   Sin trazas de ambiciones egoístas crecer es conspirar sin espejismo, es vida en el sendero de atavismo sin sombras de arrogancias anarquistas.   Crecer no es ilusión antagonista, es gozo en el andar que no traiciona y en medio de tropiezos eclosiona vital la madurez protagonista.

Obrando con amor

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Cetrina ventolera caprichosa rompiendo pensamientos en vigilia, confusa entre las ramas quejumbrosas tremola con el verso a la deriva. Y sabe que la lluvia no intimida, que inunda con frescura desde el alma tejiendo con azares la esperanza y obrando con amor en sus primicias. Inunda la fecunda melodía el céfiro agitado y levantisco, se escucha la cadencia de la brisa y el eco inconfundible de su trino. Arpegio que ha guardado el acertijo profundo en cada nota de la lira, rebusca entre las páginas de un libro la huella inexorable que no expira. El gris veló la tarde entristecida y el Sol buscó el refugio irreverente, en tanto las traviesas golondrinas encuentran descansar en los laureles.  Iluso el vendaval entre cipreses,  augurio de la noche peregrina, confirma en su concierto sorprendente: el mito visionario y utopista.     

Nace un verso

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Floreciente entre los lirios y verbenas y ofreciendo el corazón con lozanía, sale ilesa la indulgente rebeldía liberando el laberinto de las penas. Es osada la visión entre azucenas que desborda su talento en la utopía, va surtiendo entre jazmines la ambrosía  y el aroma inspirador de las almenas. Alentado nace un verso redimido si perenne persevera con la musa y comparte un corazón correspondido. Se apasiona con la lira que inconclusa no claudica ante el insomnio desmedido y se aferra al pensamiento sin excusa.

Con la niebla tempranera

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Con la niebla tempranera del murmullo matutino se rocía el coralillo que se enreda en mi ventana. Es la lluvia enamorada despidiendo primaveras, presagiando filigranas en las alas de quimeras.   Suave brisa se desborda en veredas diamantinas caudalosas que acarician, la rosácea madrugada. Rosicler que se aquilata con el trino de la aurora, que trasciende en las montañas junto al mar que le apasiona.   Gratifican alamedas las deidades sigilosas, cuando el céfiro arrebola torbellinos en el alba. Es un canto a la esperanza que diluvia con la estrella, en azules algaradas con la niebla mensajera.          

Entre dos mares

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Nos llega otro verano entre dos mares cargado de distancias y silencios, nos llega levantando tempestades en medio de amenazas y placeres. Regresa en el convite de quimeras, osada entre las olas sorprendentes la luna en su genuina confidencia  que besa el sortilegio con la tierra.   Nos llega la sonrisa del ocaso plagada del calor del universo, de playas y de tórridos desvelos y  aciagos derroteros entre huellas. Conforme se revela junto al tiempo la ilusa gestación de primaveras, guardando en la esperanza el fiel anhelo que imprime un testimonio en sus promesas.   Insomne la mirada inexorable, se aferra a su memoria vehemente e inspira un laberinto de ansiedades la necia libertad que no envilece. Nos llega reciclando las estrellas, sumando corazones con su temple cual cénit del amor que entre dos mares; alivia la nostalgia en otras tierras.

En medio del cansancio

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Crisol que visualiza  preclaro sus albricias y anima la fogata del délfico aposento, silencio que no expira celoso del tormento y alaba desde el alma la voz que no claudica. Es cierto que el verano nos llega en otro cielo y entonces no comprenda la saga del desvelo, en tanto en el insomnio se esfuman las colinas de inciertas frustraciones, de dogmas y de estigmas. Tesoro que ambiciona la luz entre las sombras cansado de tinieblas sorprende libertino, al cauce que conduce leal sin laberintos  de espliegos florecientes en tórridas auroras. Conserva la fragancia casual de las memorias en páginas que escrutan romances y acertijos, dejando en el sendero de amor como testigo la estela visionaria que anhela la victoria. Irradia la esperanza sin odios ni anarquías el álveo del camino de grutas y peñascos, tropiezos, emboscadas en noches de quebranto y sórdidas pendientes de quejas y mentiras. Y mientras la confianza va ilusa en su utopía  escribe el peregrino bregar de su arrebato, enfren

Torbellino de esperanzas

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Tierna es la brisa que llega sin permiso y cortesana, bella e ilusa en su atavío con pasión de enamorada. Vuelve al retozo que hechiza con lisonjas de esperanzas, mientras tanto en su delirio se desvela sin palabras. Sigue las huellas divinas del amor en mi ventana: tierna es la brisa que llega sin permiso y cortesana.   Sopla un vendaval de anhelos tolerantes y genuinos,  siempre leales sin trazas de falacias ni acertijos. Siente el gozo que se inspira cadencioso y confundido, cual torbellino supremo de conjuros precavidos. Se oye un adagio de notas y el pregón del estribillo: sopla un vendaval de anhelos tolerantes y genuinos.   Sube la espuma en las olas de alboradas sin nostalgias, mientras la luna de plata siempre reina la agasaja. Crestas ilesas salpican de salitre la algazara son arrecifes que adornan coralinas filigranas. Oda del mar en la aurora presagiando la velada: sube la espuma en las olas de alboradas sin nostalgias.        

¡Cómo duele!

¡Cómo duele la distancia! Es cual quebranto del tiempo que multiplica las ansias y extrapola pensamientos. Es el dolor que no acaba es la añoranza en un ruego, es la plegaria del alma que se amotina de anhelos. ¡Cómo acaricia la tarde  cuando el céfiro la besa! Deja que un sueño le abrace con elixir de quimeras. Y atesora cada instante el azul de primaveras y hasta el torrente de azares entre acequias de promesas. ¡Cómo aquilata el silencio al crepúsculo en la noche! Es la visión del lucero cual utópico quijote. Auténtico y sin apremio sabe del mar, de los montes, del trinar del azulejo, del jilguero y el sinsonte. Y duele hasta el sentimiento la impotencia y la agonía, en el delirio soberbio y en la amarga despedida. No hay crisol ni privilegios cuando muere la sonrisa, solo el bárbaro bohemio es quien revela su ira. El aroma de esperanza se ha trocado en desconsuelo, busca atrapar la constancia que persevera sin miedo. Al abismo de nostalgia va el amor como escuder

Mi amanecer

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Amanece la armonía que embelesa el delirio cenital que la motiva, fascinada del albur y la nobleza del furtivo atardecer que le cautiva. Se vislumbra en el umbral los tulipanes encubiertos por las musas sibilinas, cautelosas entre versos tan galanes amanecen rosaledas diamantinas. Y se insulta el desamor ante el misterio del agravio que se arrulla en las primicias sin sarcasmos,  invectivas ni dicterios, que despeñen el poder de las caricias. Amanecen travesuras de quimeras y despiertan junto a musas peregrinas, la tentada seducción de las esperas y libertas escapadas clandestinas.      

Traviesa la musa

La musa se inquieta en el álveo cielo, disfraza su rostro con aura de estrella y atrapa las sombras remontando el vuelo con letras del alma que en versos destella. Se inspira en la noche la amante querella, de intensos azares, cansancio  y desvelo no quiere rendirse pues su luz destella, el crisol preciado del leal anhelo. Derrama la ilusa sensación de estío en su fiel romanza y en fugaz quimera,  en tanto conspira crucial desafío testigo del alba que impaciente espera.   Traviesa es la pluma genuina y guerrera que impregna su gracia venciendo el hastío, promueve esperanzas cual firme escudera en el álveo cielo del azul rocío. 

A mi padre amado

A mi padre amado Anhelo la mesura de ese abrazo y el hálito de amor que me supera, que inspira en el vacío fortaleza e imprime voluntad en el quebranto. ... Dibuja tu mirada alentadora tan sabia en el virtuoso desafío, el aura del auténtico cariño genuino en la confianza que pregona. Colmado y rebosante de optimismo alejas los aciagos cautelosos, de insomnios y nefastos abandonos y acercas la humildad sin escondrijos. Mi pluma se deleita peregrina y cruza el horizonte en su desvelo, buscando la esperanza en el empeño que escruta el testimonio de tu vida. No existe conjeturas ni lamentos que empañen la mesura y la prudencia, la clara sensatez y la nobleza que nacen del intrépido denuedo. Si acaso la anarquía de mis sueños se atreven agitando laberintos, arropas mi quimérico delirio ungiendo con amor el pensamiento. Escribe el albedrío de mi ocaso la espera que alucina mi utopía, susurran la pasión de tu energía y el brío de tu ingenio visionario.

Fundiendo la esperanza

Fundiendo la esperanza Sublime en las primicias y senderos abrazo ese poder de fortaleza, que afianza la humildad con la grandeza y alcorza desafiantes derroteros. No hay magia ni amuletos hechiceros que puedan superar con entereza, la cálida pasión de la nobleza que ensalza los valores verdaderos. Instruye la elocuencia que se admira leal sin artificios ni ornamentos, en medio del cansancio que delira. Ni sombras de egoísmos ni tormentos confunden esa fe que tanto inspira, fundiendo la esperanza entre cimientos.

Memorias que no escapan

"MI MEJOR MOMENTO CON PAPÁ" Memorias que no escapan Memorias que nunca escapan y son albricias del tiempo, que como perlas del alma adornan tiernos recuerdos. Aún presiento la mirada de tu sabio pensamiento, cuando en sublime velada desafiaba al intelecto. Era mi tesis, cual arma que defendía el empeño, en la cálida mañana de aquel verano de anhelos. Orgulloso y confidente en la más genuina alianza, aún inspira cuando esplende el bastión de tu palabra. Pasan los años y el tiempo nos sorprende con auroras, en desafiantes senderos y torbellinos de historias. Y tú sigues siendo el héroe de alboradas y contiendas, de ineludibles deberes y peregrinas quimeras. Añejada la esperanza entre alamedas de sueños, las memorias nunca escapan y adornan tiernos recuerdos.      

Mi verso

Mi verso Mi verso no intimida ni amilana, es parte del torrente que apasiona las noches desveladas con la aurora que irrumpe sin permiso en mi alborada. No anula ni claudica en la plegaria, tan solo se conmueve y precipita el aura del espíritu que incita, cascadas de emociones que contagian. No es arma que destruye ni atropella, es soplo de la musa que genuina admira la humildad y la osadía, del verso que consagra su promesa. Precisa de suspiros y de estrellas, del gozo inusitado irreverente  que anuncia entre milagros confidentes, ilusos horizontes de quimeras.

Lira inusitada.

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Crepúsculo alocado de mágicos azares y desvelos. Insomnio consumado de intrépidos anhelos, ardientes en el délfico legado. Yo sé del ser amado que busca la cordura en el lucero y abraza desnudado, inquieto y lisonjero el gozo del placer precipitado. La luna ha susurrado hermosa y destellante en su atavío, celosa ha contemplado destellos de rocío y el cénit del orgasmo suspirado. Tesoro acariciado tan libre sin cadenas ni ataduras, sublime e inspirado travieso y sin censuras cual tórrido apogeo inusitado.

Se rompen los silencios

  Despeina suave brisa la alborada de azares que despiertan inocentes, se rompen los silencios de repente en tanto se libera la añoranza. Se llena de rocío la nostalgia bañada con el llanto de la noche, quizás supo de besos o reproches la ilesa golondrina desvelada. Impacta la osadía anticipada que ilusa busca el roce de un recuerdo,  asoma desde el alma el sortilegio e inspira verso a verso su romanza. Irrumpe en el estío la mañana de azules alamedas tentadoras, presagia un frenesí que se atolondra ansioso en la utopía alucinada. Imprime una quimera emocionada la inquieta fantasía que deslumbra, se nutre de la aurora que le augura la fe que no claudica en su bonanza. Instruye milagrosa desde el alma la justa sensación sin espejismos, respeta la bondad sin escondrijos y acierta en su plegaria consagrada.

Andando

Andando va de prisa en el desvelo sin miedo, sin temor al acertijo seguro de alcorzar el escondrijo que atrapa la esperanza en el anhelo. Se entrega cotidiano en el revuelo y acepta la pasión cual regocijo, sin nubes de quebranto ni entresijo que empañen con nostalgia nuestro cielo. Se empeña el hacedor en la conquista que abraza el optimismo sin visiones y eleva la oración que multiplica. Andando va el amor protagonista tomando con su fe los corazones, celoso en el hacer que no claudica. Bendice la verdad cuando predica desnudo en su humildad sin fanatismos, osado sin rencores ni egoísmos.

Soplo del viento

Soplo del viento, dulce la brisa que se apodera de los caminos, con la frescura de una sonrisa. Trinan tonadas los peregrinos que entre las ramas surten sin prisa, los seductores cantos divinos. Añil del cielo que al valle irisa y en sus pinceles van clandestinos magia y hechizos de pitonisa. Acrisolando montes genuinos  brilla la musa que profetiza diáfanos sueños: versos hialinos. Soplo del viento, dulce la brisa, trinan tonadas los peregrinos. Añil del cielo que al valle irisa, acrisolando montes genuinos.

Ilusa y desvelada

Ilusa me despierta la mañana y busca la esperanza en mi sonrisa, paciente me seduce con la lira y encuentra florilegios de palabras. Traviesa en el crisol de la primicia del alba caprichosa y desvelada, intrépida, celosa y libertina aleja la impaciencia y la nostalgia. Trasciende sin temor ni desconfianza sincera en la emoción de quien la inspira, bien sabe de milagros y añoranzas que tejen filigranas con porfía. Y anuncia desde el alma las albricias del ínclito poder que la arrebata, revela milagrosa y atrevida el vasto amanecer en su plegaria. Ilusa me despierta la mañana traviesa en el crisol de la primicia. Trasciende sin temor ni desconfianza y anuncia desde el alma las albricias.

A pesar de todo

Recorrer la historia familiar es como conectar el presente con el pasado. Cada historia deja testimonio de su peregrinar. Son como las páginas de un libro en las que se graban todos los momentos cruciales y decisivos que dejan huellas de alegría y también de quebranto. Cada uno vivimos nuestra propia historia, somos responsables de cada acción pero al mismo tiempo necesitamos conocer de donde venimos, quienes nos antecedieron y como la vida nos cambia es un instante para definir nuestro futuro. He de contar mi historia, llena también de esperanzas y tristezas, de momentos que no comprendí y que ahora al pasar los años forman parte decisiva de mi vida. Es difícil comenzar el camino en otras tierras, es como nacer de nuevo, tal fue el caso de mi familia, que llena de ilusiones emprendió el desafío más importante de sus vidas. Somos de Cuba, la bella Isla  del Caribe, reina de las Antillas, bendecida por la alegría de su gente, por el eterno verano de sol, arena y playa, por la be