Yo repudio

 Yo repudio el proceder de la arrogancia
la indolencia prepotente que confina,
la mentira que se arropa de inocencia
y la falsa rebelión que la encadena.

Yo repudio la doctrina aventurera
que aprovecha la ignorancia repetida,
las consignas disfrazadas de promesas...
y la falsa democracia que la hostiga.

Yo repudio las falacias encubiertas
en la doble falsedad de la censura,
de anatemas traicioneros que entre rejas
sacrifican esperanzas entre brumas.

El desdoble de Satán o Maquiavelo
que confunde y enajena voluntades,
va quebrando en el espíritu del pueblo
la genuina decisión de gobernarse.

Yo repudio a quien proclama y no respeta
el derecho de expresar lo que se siente,
socavando lo más hondo de la esencia
y al auténtico clamor que no conviene.

Y si acaso en el repudio la apatía
del dolor va consumiendo la quimera,
me destierro sin rencor de la agonía
y reclamo libertad desde mi ausencia.

Oremos por todos los hombres y mujeres de este mundo a quienes se les usurpan sus derechos, su libertad para elegir y para comunicar sus pensamientos, a quienes son flagelados por la indolencia y el totalitarismo que enajena y embrutece. ¡Paz y Libertad para la humanidad que se rebela ante la ignominia y la falsedad!

Por la libertad inspiradora

 Por el manto de un Dios, que ya es eterno
 comparto la esperanza milagrosa,
 hacedora esencial y bondadosa
 que alivia la tristeza del invierno.

 Primicia del perdón libre, fraterno,
 indemne de arrogancia maliciosa,
 loando la palabra poderosa
 del verbo redentor y sempiterno.

 Asceta espiritual de nueva aurora,
 renuevo de verdad en franca alianza
 inmerso en la misión liberadora.

 Humilde en el andar que da confianza
 censura la mentira inquisidora
 y alaba con su fe reveladora.