Cuando las musas regresan

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Cuando las musas regresan
como perlas del ocaso,
se desprenden del fracaso
y sus quimeras profesan.
Las nostalgias atraviesan
sin reclamos que castigan,
cargan las cruces que hostigan
alivianando pesares,
entre horizontes de azares
y las promesas que espigan.

Suelen libar la ambrosía
del anhelo en primavera,
con el placer de la espera
que anticipa su armonía.
Añorada melodía
con el susurro del viento,
es el sutil complemento
que revuela liberada,
en la prosa consagrada
y el versar del sentimiento.

Comparecen renacidas
en crepúsculos bohemios,
sin obligados apremios
y entre letras convencidas.
Más que musas florecidas
sin odiosos desencantos,
son florilegios de encantos
junto al verso que aglutina,
si la esperanza  domina
cicatrizando quebrantos.





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