Mi Mosaico de Amor

Irremediablemente
 
 Irremediablemente me entrego a las caricias
 desordenando sueños tentados que contagian,
 anhelos ladronzuelos que entre revuelos plagian,
 gemidos sin consuelo y arrullo en las albricias.

 No existe el desafío ni el reto inexorable
 si el corazón nos habla, suspira en nuestro cielo
 y el néctar nos embriaga del gozo ineluctable,
 que alcorza con su almíbar el délfico desvelo.

 Y así como la brisa hialina y peregrina
 deleita en novedades y esplende en su aventura,
 siente partir la noche de audacia clandestina
 tan cómplice y callada, tan plena en su locura.

 Iluso desenfreno se empeña en las primicias
 de amantes que abrazamos el Cénit del deseo
 y el célibe arrebato trasciende sus delicias,
 rijoso, atrevido y osado en su apogeo.

 Veo nacer el fénix gallardo en su anarquía
 agitado en alfombra de embrollo y desatino
 e irremediablemente concedo la ambrosía,
 que aturde los sentidos cual bálsamo divino.






Amando en la distancia


Amando en la distancia quimérico deseo
en esta tarde densa de un invernal anhelo.
Sé que estarás leyendo la estela de mis versos
y soñarás mi nombre con sombras de un:
Te Quiero.

Distancia confinada de ardiente desenfreno
al saber que adoramos ideales encuentros,
de mi mundo en poemas y platónicos besos
y esa rosa del sueño que suspira el desvelo.

Yo siento que eres mío galán de mi silencio,
tu amor es la energía y el silfo de mi aliento.
Yo siento que acaricias mi nombre con tus besos,
cuando vives conmigo la intensidad de un verso.

Amando en la distancia la historia de dos tiempos,
vividos por dos almas gemelas cual luceros.
Tú brillas en ocaso con lirios de recuerdos
y yo entrego la musa que amanece en mi cuerpo,
cuando pienso tu nombre susurrando mis versos.

En el sublime instante que inspira el embeleso
de la eclosión callada de nuestros sentimientos,
sé que estarás besando la alquimia de este encuentro:
con la añoranza plena de que mi amor te entrego.





Apenas un recuerdo

Apenas un recuerdo que me acerca a tus versos
y el tiempo ha sido largo entre azar y capricho,
gaviota peregrina en las playas de antaño
y el eco del poema que acarició el camino.

Apenas un instante en el silencio etéreo
y el tiempo fue testigo del cenital olvido
que buscando la luz en el misterio arcano,
confundió su bregar y fecundó el exilio.

Anarquía de amor en el sutil compendio
y apenas tu mirar en el osado idilio
desató la pasión cuando los dos tatuamos,
el romance frugal que al cielo prometimos.

Y se rompió el encanto, desvaneció el hechizo,
apenas soy la sombra en el averno impío
y atada a la nostalgia de tu versar y el mío:
el tiempo ha sido amargo, nos separó el exilio.










Acaso en las primicias.

Acaso en las primicias tu amor será bohemio
y en el bregar errante la rosa se deshoja.
Acaso en las albricias de augurios consistentes,...
tu amor será la clave que el verso dimensiona.

Entonces mis apuntes hablaran del destino,
de azares confundidos cual vuelos de gaviotas,
si acaso el horizonte del cautivo proemio
esplende en su almenara, la hoguera de su historia.

Tan siquiera un instante bergante de caminos,
de angustias lacerando crepúsculos y auroras,
si acaso en la pendiente de aciagos trascendentes
anáforas rubrican inquietas sus memorias.

Y arrullarán mesuras del alba en sus quimeras,
si acaso en el preludio se acrisolan las rosas.
En tanto el sentimiento se arropa en el idilio
y el verso emancipado se inspira con su gloria.

Acaso en la armonía del verbo que se aliena
llevando en su lirismo cual delfos que aprisiona,
si el cántico se inquieta de ascetas misticismos
y el sueño conspirado libera sus lisonjas.

Y el edén; y las rosas; el arpa y la alameda;
y el corazón fluyendo cascadas que eclosionan,
me llenarán de arpegios y arúspices delirios:
si acaso en las primicias tu amor vence las sombras.

 



 
En la noche traviesa

Es díscola la noche traviesa entre deseos,
indómito el aroma del numen que delira
y en medio del silencio las dudas se disipan
vagando la añoranza pletórica de anhelos.

Rebelde se acicala la dama peregrina
y alcorza en su diamante la luna que acrisola,
en tanto la mirada cetrina y tentadora
delata la romanza sublime que musita.

Fugaces las estrellas dibujan filigranas
de epígonos romances exentos de egoísmos
y brillan como hogueras luceros de optimismo,
traviesos cual candiles en noche de almenaras.

La danza de las ramas desnudas con la brisa
regalan la armoniosa vigilia ineludible,
y hespérides del cielo se acoplan apacibles
cual pléyades virtuosas de acrisoladas ninfas.

Y el álamo discreto sacude sus nostalgias
mientras caen las gotas indemnes del estío.
Y el ingenio impetuoso, del gélido atrevido
acompaña la noche que asperge en su fragancia.





Crepúsculo de aurora

Crepúsculo de aurora,
matiza la intención de algún suspiro
cual huella seductora
del álveo amanecer que tanto admiro.
Me acerco al sortilegio,
que hechiza en la presencia de la Luna
romance y florilegio,
con lira del otoño en la laguna.
Y emigra la ambrosía
del bello rosicler en el silencio,
gozosa en la utopía
y el claro despertar que reverencio.
Quimera tentadora:
capricho del azul de mi desvelo.
Crepúsculo de aurora:
relente que enternece su revuelo.


 
 
 
 

 
 
Lira del Desvelo

Abrazó la locura
el eco de la noche sin estrellas,
gozosa de ternura,
indemne de querellas
rendida ante el hechizo de sus huellas.

Lucero peregrino
te escondes entre nubes de quimeras,
irradias lo divino,
conquistas las esperas
que inspiran anheladas primaveras.

Desvelo consumado
errante de caprichos silenciosos
y enigmas del pasado,
que invaden sigilosos
y etéreos entre acordes presuntuosos.




 
Yo creo

Yo creo en el amor y su abundancia
que anhela libertad sin egoísmo,
yo creo en la virtud sin arrogancia 
que admira la pasión del humanismo.
Vivir con esa paz que no arrebata
las ansias poderosas de optimismo,
creer en la amistad que se aquilata
humilde sin rencor ni escepticismo.

Creer en la paciencia desprendida
que abraza tolerante en el quebranto,
amar en la nostalgia compartida
honrando el sacrificio sacrosanto.
Yo creo en el silencio que motiva
sagrada comprensión ante el espanto,
bendita es la esperanza fugitiva
que inspira la armonía con su manto.
 
 

 
 
 
 
Mi Mosaico de Amor, por el Amor y para el Amor 
 
 
 

 


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