Décimas de Octubre

Quimera vaga bohemia
disfrutando las cascadas
de las hojas salpicadas,
por el rocío que apremia.
Es el ocaso que agremia
melancólico su prosa,
versa con lira ingeniosa
el misterio que acaricia,
cada instante cual primicia
revelada y prodigiosa.
 
Su beldad surte la espera
y el enigma del hechizo,
se disipa escurridizo
en el plañir que lacera.
Silenciosa primavera
duerme en alfombra de asombros,
alas nacen en sus hombros
renovadas de esperanzas,
atesorando alabanzas
libres de angustias y escombros.
 
 







 


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