Pasotas de Agosto



Fuente de azar y camino,
experiencia y osadía
regocijan de armonía
con el verbo peregrino.
Hacedora en el destino
que conspira con la vida,
cuando el alba nos convida
desafiando el universo,
en lo cetrino y adverso
va la esperanza florida.

Pues tu amor ha florecido
con el numen que suspira,
hace ofrendas en la lira
cuando arrulla convencido.
Siempre iluso, no vencido
en el azar, la tristeza,
descubriendo la belleza 
con la mirada del alma,
que cicatriza y ensalma
el ocaso con nobleza.

Así se vive mejor
compartiendo el día a día,
con la gracia y armonía
que nos ofrece el amor.
Lisonjero y tentador
sin claudicar nos conquista,
cual leal protagonista
en el presente genuino,
que inspira el gozo divino,
milagroso y optimista.






Por montes, valles y mares
peregrina y soñadora,
surte la musa en su aurora
un crepúsculo de azares.
Romancea sus cantares
en eternas primaveras,
se renueva sin fronteras
cuando esplende en melodía,
letra, pasión y ambrosía
en cascadas de quimeras.

Melodía acrisolada
atesorando sus notas
creativas en pasotas
que revuelan la alborada.
Tinta que escruta versada
y es testigo de la alianza,
entre el verso que se afianza
con la verdad justiciera,
renovando primavera
cual lucero de esperanza.


Y aquí estoy con mi rocío
cual relente de alegría,
destilando la ambrosía
floreciente del estío.
Sublime es el desafío
entre rimas y pasotas,
hermanando con sus notas
horizontes y universos,
que revuelan entre versos
tan libres como gaviotas.






Para lograr su algazara
es convocada la musa,
siempre osada y tan ilusa
con el numen que repara.
Su ambrosía nos aclara
cuando la duda confunde
y esperanzas nos infunde
si farsantes espejismos,
quebrantan con atavismos
el alborozo que funde.

Fragante como una rosa
surte la pluma su arpegio,
consumando el sortilegio
con la tinta primorosa.
Fluye diáfana, virtuosa,
libre y osada entre versos,
acerca los universos
con lirismo de quimeras,
en azules primaveras
y en avatares adversos.

Es de la espuma atrevida
y del celeste lucero,
del rocío es mi hechicero
en aurora sorprendida.
Es el torrente de vida
surtidor en la romanza,
eres el verso que alcanza
y acrisola el horizonte,
cual ruiseñor en el monte
seductor de mi esperanza.





Amaneció la sonrisa
tempranera en la ventana,
con optimismo y lozana
en su danza con la brisa.
Se desordena de prisa
 traviesa cuando delira,
esta musa que se inspira
en el primor que embelesa,
cada instante de sorpresa 
que acrisola con la lira. 

Galantes van los poetas
del seductor florilegio,
testigos del sortilegio 
entre décimas inquietas.
Halagadoras, coquetas
las espinelas radiantes,
entre rimas cautivantes
y tentadoras quimeras,
nos regalan primaveras
ilusas y deslumbrantes. 


¡Cuántas lisonjas besadas 
por las décimas del alma,
que embellecen y dan calma
entre pasotas rimadas!
Cariñosas e ilustradas
dejan sus huellas ilusas,
inspiradas por las musas
surtidoras de quimeras,
que renuevan primaveras
de romanzas inconclusas. 

Yo te regalo el rocío
y el azul de mi esperanza,
te ofrezco la franca alianza 
que florece en el estío.
No habrá sombras del vacío
ni silencios traicioneros,
solo horizontes certeros
serán los fieles testigos,
de nuestros versos amigos
que nos besan lisonjeros.


Alma y corazón deliran
trascendiendo sin fronteras,
entre avatares y esperas
con los versos que suspiran.
Tiernas las letras conspiran
con el roce de la brisa,
surten ilusas, sin prisa
con la inspiración divina,
la esperanza que genuina
nos regala una sonrisa.




Comentarios

Entradas Populares

Esperemos el revuelo

Aferrada al libro de recuerdos.

Señora adversidad

Con su tinta misteriosa