Seductor inevitable de la brisa




Al compás del sonajero caprichoso
seductor inevitable de la brisa,
sopla el viento tan sensual y melodioso
en la tarde del presagio que se irisa.

Tornasola el horizonte  la sonrisa
en el álveo del crepúsculo asombroso,
y el deleite cual adagio que improvisa
lisonjero coquetea prodigioso.

Hechicero es el insomnio primoroso
fiel testigo del secreto y la pesquisa,
si en el Delfos del lucero sigiloso
se extravía la ilusión que profetiza.

Y embriagada en el azar la luna avisa
 deslumbrando el escenario misterioso,
como dama de la noche y pitonisa
desvelada en el letargo presuntuoso. 

Al compás del sonajero caprichoso
tornasola el horizonte  la sonrisa.
Hechicero es el insomnio primoroso
y embriagada en el azar la luna avisa.




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