Haciendo milagroso lo genuino


Atisbo la mesura en la primicia
que llega sigilosa y cautivante,
con nota de emoción cuando acaricia
 
si esplende el regocijo fascinante
y escruta su algazara sin rutina,
viviendo las albricias del instante.
 
El hoy marca el camino y lo ilumina
sin cargas pendencieras que atribulan,
confiando en la esperanza peregrina
 
e ilusa de quimeras que estimulan.
Preclaras son las huellas del camino
 y azares visionarios confabulan,
 
razones que descubren lo divino
y noble en la belleza que tremola,
haciendo milagroso lo genuino
del sueño que inefable lo acrisola.
 
 
 
 

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