Y exhalo el suspirar

 


En tanto tú descubres mi acertijo
y en versos compartidos me enamoras,
lanzando tus caricias tentadoras
si el gozo es más que un bálsamo prolijo.


 No hay sombras de pudor, no hay escondrijo
que asile entre penumbras impostoras,
quimeras que con alas seductoras
liberan con empeño el atadijo.


Es cierto que me atrapa tu sonrisa
que asperge en el placer cual alborozo,
azares de primicias que tremolan.


Y exhalo el suspirar cual pitonisa
que anhela en el adagio del retozo,
el clímax de alboradas que acrisolan.
 
 

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