Llena mi espera

 
 

 Tu verso inquieto llena mi espera
y entre razones, sutil promesa,
vaga diezmando trivial frontera
entre la sombra que prisionera:
del cautiverio su luz regresa.

Tu verso agravia la hipocresía
y entre censuras tu voz sanciona,
al verbo insano que esgrimiría
entre sofismas de alevosía,
cuando el sarcasmo pueril se entona.

Tu pluma besa la rima ilesa
que en su romance deja el sendero,
del nigromante verso que apresa
y en el lirismo que le profesa,
trina el arrullo de aquel jilguero.

Tu prosa llora la incompetencia,
no existe alquimia de primavera,
cuando el bergante de la indolencia
burla ignorante, frugal sapiencia
y el verso indócil llena mi espera.
 

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