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Mostrando entradas de junio, 2012

Fiesta en Arboleda

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Personajes de los cuentos de la campiña cubana, me han dicho que en Arboleda una fiesta se prepara. ¡ Qué son muchos los que vienen a trinar como sinsontes y adornan cual aguinaldos, las campanitas del monte! ¡ Que está Pelusín Amigo con guitarra mañanera, cautivando con tonadas la alborada placentera ! Solo faltan los colores del Arco iris feliz, que en temperas de colores traerá Don Colorín. ¡Qué fiesta tan divertida, ha llegado Colorín, en cochecito dorado con el sabio Pirulí! Junto al caballito enano el gran Martín Colorín, hizo que Antón Pirulero con inocencia infantil, cantara versos al viento con su guitarra de añil. Vino de un viaje lejano como  Cocherito Azul, con el aroma del campo añilando la ilusión y el dulzor del buen guarapo endulzando el corazón. Junto a la ceiba del monte Pelusín y Pirulí, disfrutan el gran convite con panderetas de añil, dibujando en un lucero el Arco iris

Algo de niña

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Algo de niña siempre en mi alma, cuentos, leyendas, sabias palabras, duendes de sueños, mitos de hadas llenan vacíos si estoy cansada. Brillan senderos y encrucijadas en mis caminos de enamorada, cuando las musas, niñas amadas, llenan  mi tinta con sus palabras. Algo de niña, bosques que aclaman mis fantasías como algaradas, que se alborotan en la alborada: cuando la luna cubre su cara. Páginas llenan  hadas doradas sus filigranas cual algazara, fábulas visten bosques de plata,  con el linaje de sus romanzas. Algo de niña, ninfas ufanas con el susurro de las palabras, danzan ilusas rimas, tonadas, cuando mi pluma versa esperanza.

Tan mística la noche. Solsticio de Verano

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Tan mística la noche, susurra con el aire y el canto de las ninfas cautivan los parajes, renacen entre flores, geranios, tulipanes y espíritus de hadas cual fieles talismanes. Recorre con la luna que besa enamorada el silfo de la noche celeste que le aguarda, murmulla en el crepúsculo las cuerdas de su arpa y el aire mistifica con celo su morada. Son pactos inocentes, solsticios de la alianza del Sol que va tocando de magia la esperanza, renace entre las flores los mirlos de añoranzas y azares del destino despiertan con el alba. Secuestra las angustias sin miedo a la revancha, Verano que seduce, cual cálida su alianza, solsticio de la noche de mitos y romanzas, de silfos y de duendes que arrullan sus tonadas. Es mística la noche, su pléyade alucina, al cántico divino del nómada idealista, ilusa se extravía su utópica vigilia y alcanza con la Luna la magia de su lira. Encienden las hogueras bellezas agraci

Gotas de mis letras

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Gotas de mis letras: tesoros del alma, que escriben vivencias cual néctar del alba. Cascadas de luces : relente del alma, versando divinas quimeras ufanas. Mis letras aplacan dolores que escapan, del yermo vacío que exilia y maltrata y el suave silencio fecundo del alma, mitiga la espera baldía que atrapa. Rocío del alma, enigmas que inspiran, postrados instantes y efímeros días. Tesoros amados, refugios de vidas, que evaden distancias y añoran caricias. Coronan los lirios mis letras del alba, son tiernos acordes, romanzas y estampas que fluyen sinceras, ingenuas y amadas, cascadas de versos : primores  del alma. Legiones de musas cual pléyade amada, compendian misterios, anhelos y alianzas. Susurran leyendas, suspiran nostalgias, la endecha de letras : tesoros del alma.

Mi profeta bohemio

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He leído tu historia, buen profeta de empeños y he surtido la angustia del tesoro silencio. Tu jardín me regala más que rosas y sueños, las espinas amadas de horizontes discretos. He llorado contigo profanando secretos, peregrino profeta de jardines desiertos, entre olas de espumas que salpican al viento: las promesas vencidas por sofismas inciertos. Con tu sabia premisa mi dolor se ha cubierto con las rosas del alba y el rocío de arpegios, cual corsario y profeta que atrapando luceros sigue errante y consagra la verdad de su credo. He vivido tu historia en exilio bohemio y las costas amadas de la isla que sueño sigue errante entre sombras de recuerdos perpetuos: navegando a su suerte las quimeras del tiempo. He sufrido distancias en sudario desierto en las páginas vivas del dolor y el destierro, tu jardín no censura con espinas el delfos, que compendia en su nimbo legendario misterio. Profetizas c

Es gris de recordar

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  Es gris de atardecer con rayos de un misterio, el mito de la luz se quiebra en el ocaso, el Sol muere en su luz y ansía en el descanso, la etérea plenitud que abraza sus ensueños. Es gris y todo es bello, si el mito de los ojos cautiva el horizonte perplejo en su misterio, el Sol llora un adiós con éxtasis de sueños y el llanto del crepúsculo suspira sus antojos. Descubre su escultura el gris de los ocasos, no hay mito que consagre perfecto su donaire y el bello matizar de espíritus del aire: conmueve con su luz el súbito descanso. Contemplan su ilusión pinceles del misterio, cual sabia intuición de nómadas errantes y asumen despedidas retando sus pesares,  matices cual belleza del éxodo bohemio. Es gris de recordar silencios de pasajes, distantes al azar de besos compartidos, el Sol llena de paz  rincones escondidos, de yerma soledad y enfados imborrables.

Padre mío

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Las palabras se entrecortan con mis letras al versar prosas rimadas por la vida, se emocionan cual preludio de nobleza: cuando anhelo padre mío tus caricias. Te respeto y te venero en mi nostalgia, te presiento siempre atento y sin lamentos, cuando alcanzo mis recuerdos de añoranzas y predicas la constancia con tu ejemplo. Las palabras se  engalanan con tu nombre, verbo amado de altruismo y de elocuencia, se emocionan con mi héroe y con el hombre: quien no ahogó con el dolor su inteligencia.    Yo te admiro padre mío por tus dones: por la intensa sencillez que no se dobla, por la franca lealtad  de tus acciones y la austera integridad que no traiciona.   Siento orgullo del talento de tu honra, de la justa rectitud de tu conciencia, del honor, de la virtud que se corona con la casta integridad de tu presencia. Padre mío te venero con mis letras y es difícil evocar en poesía, el decoro de tu amor  que no se quiebra por la cumbre de

Luz de mi vida.

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Osado principito cual lucero ungido de entereza, de carisma tesoro del vigor y del renuevo, valiente del tesón que no claudica. Llegaste cenital en agonía sin lágrimas siquiera de reproche, tu espíritu aferrándose a la vida loando tu talento con sus dones. Orgullo de mi espacio y de mi lira, cautivas hijo mío con tu encanto, si el eco de tu risa es mi alegría y el brillo de tus ojos mi remanso. Tu diáfana caricia es mi consuelo adagio inspirador de simpatía y adorna la elocuencia de tu empeño la noble inteligencia que te admira. Talento del pensar y de las letras irisan un crisol de maravillas, bendicen sabiamente sus cosechas cual eco de esperanzas infinitas. Diamante de mi mundo hijito mío virtuoso del milagro en la fatiga, ofrenda del amor que hace el camino: ¡travieso emprendedor, luz de mi vida!   Dedicado a mi hijo Jorge David . Te amo mi pequeño Quijote de grandes sueños. El Mundo es grande para los valientes. Tú puedes lograr lo que te propongas.  Hoy

Apariencia sin nombre

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Apariencia sin nombre que cansada te espera. Apariencia traviesa que regresa y se esconde, en penumbras de sombras que se entornan discretas cual silencio de escarcha flagelando la noche.   Apariencia incolora que traiciona y corrompe con mentiras sin nombres en su falsa envoltura, el futil desengaño que regresa y se esconde en el vano silencio ambulante de dudas. En su nimbo pretende apariencia maldita censurar la verdad en su nimia corola, con la absurda belleza reticente que esquiva la oquedad del vacío de su falsa corona. Y en su regia mentira se desploma sin nombre tan pueril su aventura desconfiada se entrega, sin visión del presente que se excusa y se esconde en las sombras de escarcha que se ocultan discretas. Apariencia no existes en tu cumbre de seda todo es frágil, sucumbes en mortaja embustera, solitaria y marchita te derrumbas viajera, en la aureola de nubes disipando sus penas.    Apariencia sin nombre te despides sin

Aquí contigo.

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Estando aquí contigo disipo mis temores, el tiempo  no castiga si alejo los rencores. Estando aquí el vacío lo llenas con canciones, que eternas nos evocan sagradas ilusiones. Estás al lado mío  presente en mis acciones, aplaudes mis quimeras, perdonas mis errores. Estando aquí contigo destierro las visiones de oscuros espejismos y errantes  sinsabores. El éxodo de penas refugia en sus dolores las nómadas tristezas y  necias ambiciones. Si estás al lado mío la luna de mis noches, bendice los encuentros loables de pasiones. Si estás aquí conmigo no hay sombras ni aflicciones, el tiempo escribe sendas de azares cual legiones de célebres promesas y épicas acciones, que ensalzan pensamientos y ufanas emociones. No hay frívolas entregas ni erráticos perdones, si estás aquí a mi lado no hay grises nubarrones. Diluvia la esperanza  auténtica sus dones y el tiempo traza brechas sin odios ni rencores.

Dicen primores de Venus.

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 Dicen que Venus danzaba en su regazo de amor, coplas y amantes tonadas corazonadas del Sol. Dicen que el nimbo surcaba vaticinando legiones y en su égida de plata amparaba corazones. Venus su gracia regala cual paraíso y romance y en cada nota del arpa enamora con donaire. Dicen que es pura belleza seductora que enloquece, si al resplandecer coqueta danza su acople silente. Toca celeste la Tierra con su algazara doncella, viste el azar con la endecha suspirando una quimera. Dicen que el cielo ofrendaba  tornasoles sus luceros  en las arcanas miradas de impenetrables misterios, cuando Venus se acercaba cual filigrana de besos. Dicen primores de Venus que es del sueño primavera, en el otoño es quimera añoranza y desconsuelo, que es coqueta en el verano, lisonjera  y generosa y en el invierno es remanso cuando la nieve reposa reservada, blanca y tierna cual el numen de una diosa.