Estás aquí

Estás aquí a mi lado,
egregio romancero de mis días.
Estás aquí conmigo,
 respiras de mi aliento,
cual cómplice de vida. 
 Escuchas mis lamentos
si extraño la partida
y aclamas mis sonrisas
 si estás aquí conmigo,
con ecos de caricias.

Estás aquí sin tacha
hojeando las memorias,
las páginas marcadas
que hablan de mi historia,
de luces y silencios
de ángeles en prosas,
de estúpidos desvelos
y musas soñadoras.

Estás aquí calmado
 tatuando la inocencia,
con sueños confundidos
de arcanos sentimientos 
y utópicas quimeras.
Abrazas mis sentidos
y en páginas discretas,
encubres mis delirios
de ilusa y de poeta.

Estas aquí a mi lado,
ilustre pasajero
de rimas confundidas.
Estás aquí en mis manos
eterno y perdurable,
pragmático y sin prisa.
Escuchas mis suspiros
de mística utopía,
si el cielo de mi mundo
en yermo desatino
destierra mis sonrisas.









Comentarios

  1. ¡Es la mejor compañía,sí!.Preciosa descripción del mejor amigo que aguanta,retiene,entretiene y hace revivir el sentimiento.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas Populares

Aferrada al libro de recuerdos.

Esperemos el revuelo

Señora adversidad

Con su tinta misteriosa