En otro cielo bajo el mismo Sol.

Dónde estoy, por qué la vida me privó de mis anhelos? Dónde quedaron mis sueños y todo aquello que inventé en mi corazón de niña? A dónde fueron mis primeros poemas y las letras que escribí en la fantasía de mis sueños adolescentes? Por qué me siento frustrada,  perdida en laberintos y misterios, en este mundo vacío que no siento mío?  Penetro en la intimidad de mi delirio absurdo lleno de preguntas que se escapan al viento, trato de imbricar alguna nostalgia y las sombras solapadas de suspiros. Vuelvo la mirada como buscando ese algo en el infinito, temo caer al precipicio del olvido y me aferro al poder de la palabra que me sostiene. Energía divina de la esperanza que yace en mis memorias. Te extraño y te busco entre mis letras perdidas, me responde un silencio inerte, celeste en el abismo de palabras inconclusas, esclavas de este destierro que cambia vidas y las marca, y las somete a la fragilidad de las tinieblas de la nada. Te presiento cerca y a la vez ausente, con miles de preguntas que esperan certeras las respuestas, y no encuentro más que este silencio lleno de palabras extraviadas, lánguidas y marchitas.
Alguna sonrisa que despierta un relato contado con gracia, se dibuja en mi rostro, una frase me inspira al evocar vivencias que impactó nuestras vidas, generación perdida en medio de la jungla de inquietud y porfía,  en barrancos de incomprensiones y frustradas energías, en el piélago abismal de noches en vela, de inconformidad y desarraigo, de extraña soledad y despedidas.
En la imponencia de caminos distintos, truncados por la llave del destino, nos encontramos esa generación perdida que no sucumbe en el olvido, artífices de la razón, el talento, la inteligencia creadora, la perspicacia, el ingenio, la agudeza de pensamiento, la capacidad del intelecto y hasta la clarividencia, atributos que nos caracterizó en su momento y nos hizo únicos, en una época que nos colocó sin querer en el alma,  la libertad para nacer de nuevo en otro cielo bajo el mismo Sol .










Comentarios

  1. Gracias, Aimee, por saber interpretar muy bien el rostro de nuestras almas que se miran al espejo de la vida que fue y que... ¿¿¿serà??? Esto ùltimo es lo ùnico que de misterio nos queda.

    ResponderEliminar
  2. En este cielo bajo este sol, tuve la suerte de conocer de ti, aunque no nos hemos visto fisicamente, es bueno saber que existen personas maravillosas como tú. Soy tu enamorado secreto y este juego de amor me encanta.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas Populares

Cerraré las ventanas de mis ojos.

Galán de mis desvelos

Romance de anhelos.

La danza de la lluvia.