Adagio de mis letras

Escribir, libera mis angustias aprisionadas. Me dá las alas para sentir que en mi palabra hay poder, la  fuerza que sostiene la grandeza del espíritu que respira cuando aún en la agonía de días de tristezas, inspira esa magia en cada letra y en cada rima de sublime poesía.
Hoy miraba el cielo gris dibujado con nubes en discordia, un frío seco en este atardecer tan de repente helando los confines del alma y del horizonte. Los colores matizados del crepúsculo prematuro tienen las sedosas manos de la soledad y la pereza. Ya no se escucha el canto de los pájaros, todos se han esfumado en las preguntas del misterio, solo el graznir estrepitoso de los cuervos, y las carreras dislocadas de las ardillas rompiendo los murmullos del silencio. El crujido de las ramas y las hojas que ya secas lo han cubierto todo y sincronizan esa melodía peculiar de  pasos  que crujen por encima de todo lo que cae, en el amplio cobertor de hojas despedidas  al suplicio de un camino sin regreso. Cierro en un instante los oídos y mis ojos, para sucumbir en el silencio taciturna y pensativa, siento  un palpitar travieso de emociones que se surten con la fuerza impredecible  del deseo. No están heladas, no se congelan con el frío que alimenta este momento, ellas conocen la intimidad de mis axiomas, se confabulan con esa nube de sueños que no rompe en diluvio de lamentos. Y las palabras realizan su proeza en este batallar de las ideas y la iluminación espiritual de la conciencia. 
Estuve dormida en el silencio y he podido escribir en mi interior la divinidad de este momento. El adagio que sellado entre estas letras contemplan la deidad de un mundo ascético, a través del intangible poder de esa energía que conjura mi mente con mi cuerpo.

Seráfica emoción la de esta tarde,
escribiendo un aforismo placentero
de la contemplación divinizada
y la misantropía del secreto,
que intangible se nutre de mi alma
con la inefable sonrisa del deseo.
Teorema demostrado que en mi vida,
escribir en su enigmático misterio,
esparce la energía que seduce
a la musa fantasía de lo etéreo.














Comentarios

  1. Aimée, escribes con un lirismo muy grande, he estado leyendo varias de tus entradas, y son una maravilla, eres capaz de transmitir y hacer sentir en el alma de quien te lee, lo que tú estás expresando, y eso es lo más importante, lo que distingue al poeta, cuando envuelto en las musas de la creación, toca las estrellas, y es capaz de conseguir que otros al leerle, las toquen también.
    Mi felicitación más sincera, con un abrazo

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  2. Espectacular......bellisimo...

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