El canto del agua.

El canto del agua que cae , dibuja estelas en su nombre, con luces de palabras y arco iris que destellan cascadas de emociones.  Las piedras del fondo son espejos que el sol ilumina con mágicos rayos , y los hilos de  luna al caer la noche hacen brillar como diamantes, como si las estrellas invadieran el fondo cristalino y transparente. La melodía que produce el agua es un canto misterioso que se debate entre el nostálgico llanto de una añoranza que espera, y la alegría contagiosa que enamora y seduce , se pierde como magia en un bosque de esperanzas verdes, que florecen en los velos de las hadas , como novias del bosque y de las noches , danzando con el viento que disfruta  la melodía que intrépida suspira, y se enamora ingenua en su caída loca. Se deslumbra ante la belleza, esa cascada que súbita y suicida se deja caer desde lo alto , y sus velos parecen surtidores de colores en fuga, el viento es su mejor aliado en esta huida misteriosa hacia el vacío, y sabe que la espera alguien que llevará en su manto su amor desvanecido , como mensajero paciente de lágrimas y suspiros. Es su cantar un duelo sin rumbo, solitario, que se adorna con las hojas del un diario del bosque, con  duendes que cortejan de luces la cascada en las noches, con espacios de candidez y tibieza. Allí esperan con suavidad de almas, hojas ocres entre flores dormidas de ilusiones,  y los colores lo alcanzan todo, lo iluminan todo, dejando una estela centelleante que le dice adiós al pasado y emprende  un plácido viaje, sereno y excitante,  hacia un sendero nuevo de sueños no cumplidos, con ese mismo canto que enamora y seduce.